De acuerdo con el más reciente Índice de Competitividad Urbana del IMCO, la ciudad de Puebla se ubicó entre las peores ciudades de México en términos de competitividad, según el número de habitantes.
Esto refleja una realidad preocupante para la capital poblana, la cual enfrenta diversos retos en áreas clave como infraestructura, innovación, educación y desarrollo económico. Se encuentra por debajo de ciudades como Aguascalientes, León, Mérida o Chihuahua; por lo que se ubica en una competitividad baja; aún cuando se le toma en cuenta como aglomerado económico con Tlaxcala.
En México, de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se define como el conjunto de condiciones necesarias para generar un mayor crecimiento económico, promoviendo la inversión y la generación de empleo. Los inversionistas o tomadores de decisiones lo utilizan para conocer cuáles son las condiciones de un país en el que podrían establecerse