🧀 El jamón se ha convertido en un alimento básico de la mesa de los mexicanos, por lo que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un análisis para garantizar que los consumidores adquieran productos de calidad.
🔍 En el "Estudio de Calidad de Jamones", el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor detectó que algunos productos "no son lo que parecen", pues aunque se autodenominan "embutidos", no cumplen con la normatividad.
📋 Profeco detalló que el jamón se comercializa en cinco clasificaciones de acuerdo con su contenido de proteína libre de grasa, grasa y fécula, lo que incide en su aporte nutrimental y precio.
🔍 La Norma Oficial Mexicana (NOM) 158-SCFI-2003 establece que un producto puede denominarse "jamón de pierna" si está compuesto por al menos 55% de carne de la pierna trasera del cerdo, o 55% de carne del muslo del pavo.
⚠️ Profeco alertó que 13 productos, que parecen jamón, están fuera de los lineamientos de la NOM y podrían estar elaborados con cualquier tipo de carne o incluso pastas cárnicas.
💡 Para evitar sorpresas, Profeco recomienda a los consumidores leer cuidadosamente el etiquetado, identificar el origen de la carne y el porcentaje mínimo de pierna de cerdo o muslo de pavo, para asegurarse de adquirir un jamón de calidad.