La Presidenta Claudia Sheinbaum firmó un acuerdo histórico por el cual se reconoce formalmente que la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968 constituye un crimen de lesa humanidad.
A nombre del Estado mexicano, ofrecemos una disculpa pública a familiares de las víctimas del #2DeOctubre de 1968.
— Gobierno de México (@GobiernoMX) October 2, 2024
Reafirmamos nuestro compromiso de garantizar el reconocimiento de los crímenes acontecidos hace 56 años en la plaza de las Tres Culturas.
Estos hechos “no pueden… pic.twitter.com/nW8q5bXY00
Durante la primera conferencia de prensa La Mañanera del Pueblo, en Palacio Nacional, se proyectó un video de 11 minutos que mediante fotografías expuso el movimiento estudiantil de 1968 y la masacre que se vivió hace 56 años.
En el fuego cruzado comenzaron a caer los manifestantes muertos o heridos y la multitud corrió para escapar de la trampa. Fue una sangrienta masacre en la que murieron estudiantes, civiles y niños.
El video describe que de forma oficial el entonces Gobierno de México reconoció 38 civiles muertos, un niño y cuatro soldados, y culpó a los estudiantes de incitar a la violencia.
Pablo Gómez Álvarez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y quien estuvo en el movimiento estudiantil de 1968, habló sobre la masacre y las consecuencias de participar en la manifestación.
Hasta ahora, y especialmente todo eso que estamos viviendo, todo eso es una gran mentira en contra del sistema democrático.
México ofrece disculpa pública
Rosa Icela Rodrígez, titular de Segob, fue la encargada de leer la disculpa pública del Estado mexicano a las víctimas y familiares de la masacre del 2 de octubre de 1968.
En cumplimiento a la instrucción de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, y con la convicción de la responsabilidad histórica que han otorgado a este gobierno millones de mexicanas y mexicanos, me dirijo a usted para pronunciar en nombre del Estado mexicano por los actos de violencia cometidos el 2 de octubre de 1968
La carta señala que «este crimen de lesa humanidad fue ideado, ejecutado y encubierto desde la más alta autoridad del poder público y su responsabilidad principal recayó en el entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz».