20 de abril de 2025 - Un fenómeno revelado recientemente en redes sociales ha puesto en jaque al modelo de negocios de las principales marcas de lujo a nivel mundial.

Diversos videos compartidos por influencers chinos han mostrado que más del 80% de las bolsas de lujo del mundo, como las de la marca Louis Vuitton, se producen originalmente en fábricas chinas. Sin embargo, estas empresas occidentales luego reempacan los productos, les ponen su logo y los venden en sus boutiques a precios exorbitantes, como si fueran fabricados en Europa.

Según la información revelada, un bolso Louis Vuitton manufacturado en China puede costar apenas mil dólares, mientras que el mismo producto se vende en las tiendas de la marca por hasta 35 mil dólares. Este lucrativo negocio, en el que las compañías de lujo inflan los precios, ha causado conmoción entre los consumidores.

La campaña impulsada por empresas chinas ha buscado visibilizar esta realidad, demostrando cómo las marcas occidentales de lujo engañan a los compradores al hacer creer que sus productos son elaborados en países europeos, cuando en realidad provienen de fábricas en China.

Este escándalo pone en tela de juicio la estrategia de las firmas de lujo, que parecen depender de la percepción de exclusividad y calidad asociada a su origen europeo, cuando en la práctica una gran parte de su producción se realiza en China.

Ahora, los consumidores tendrán que replantearse si realmente vale la pena pagar precios exorbitantes por estas marcas, o si es preferible optar por productos chinos de similar calidad a costos más razonables.

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